Henry Pool es un tipo gris que, al descubrir que sólo le quedan unas semanas de vida, reacciona abandonando a su novia y a su familia y refugiándose en un barrio de las afueras, donde se pasa el día atiborrándose de bollos, chocolatinas, pizzas y bebiendo vodka. Pero, de repente, hace un curioso e inesperado descubrimiento que le devuelve las ganas de vivir.