Australia en los años 50. Angelo es un joven apocado, tímido hasta decir basta, un caso perdido en lo que se refiere a las mujeres. Esta situación es tanto más obvia por cuanto su hermano menor, Gino, siempre ha tenido una gran soltura en lo que se refiere a las relaciones amorosas, gracias, en parte, a su apostura propia de una estrella de cine. Sus situaciones no pueden ser más opuestas, Gino está a punto de casarse con Connie, mientras que Angelo insiste en sus desesperados intentos de encontrar su media naranja, y que consisten en enviar cartas a chicas pobres de su Italia natal con la intención de convencerlas de que viajen a Australia para casarse con él. Harto de que esta estrategia fracase una y otra vez, decide aplicar una variación desesperada a su siguiente envío, en ella incluye una foto de su hermano. Y esta vez todo es diferente, Rosetta, la destinataria de la carta, accede a cruzar medio mundo para contraer matrimonio con Angelo. El problema es que Rosetta, se ha enamorado del hombre de la instantánea, no del que ha enviado el correo.